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lunes, 18 de julio de 2022

...Si te falta el amor, no hay agua, ni hay fuego que te alcancen para seguir viviendo...


...Si te falta el amor, no hay agua, ni hay fuego que te alcancen para seguir viviendo...

“En el principio, era un junco…” Reseña: “El infinito en un junco” de Irene Vallejo

 

“Leer es siempre un traslado, un viaje, un irse para encontrarse. Leer, aun siendo un acto comúnmente sedentario, nos vuelve a nuestra condición de nómades” [1]

¿Cómo fue la historia de la transformación de un simple junco hasta el libro que conocemos hoy?

¿Cuántas narraciones, personajes, documentos, atravesaron este largo viaje de la palabra escrita hasta lo que leemos actualmente?

Este libro es la historia de una multitud de personas que han podido, a lo largo del tiempo, cuidar y proteger las palabras -al principio orales y luego escritas-: juglares, narradores, escribas, esclavos, sabios, monjes, maestros, aventureros, “misteriosos grupos de hombres a caballo” con una misión[1] y muchos más, que transitaron a través del antiguo Egipto pasando por la inmortal Grecia hasta llegar al glorioso Imperio Romano. La historia se ha ocupado de recordar a los reyes, gobernantes y personajes notables, pero en este ensayo los grandes protagonistas, son una mayoría de gente desconocida que fueron los verdaderos guardianes de los libros, cuando arreciaban peligros como guerras o destrucción.

La autora afirma en una entrevista: “Quise narrar con la técnica de los juglares”[2], por eso su relato es cercano, confiable, sin dejar de ser minuciosamente documentado. Deja de lado el lenguaje académico, y escribe con la voz de un cuentista para llegar a los lectores comunes y corrientes, de manera conmovedora, como una lectora entrañable. La literatura trata de contarnos historias y hacernos vivir realidades, y es así como entre aventuras, incendios y pasiones, Irene muestra su maestría como escritora, que entabla un diálogo constante entre el pasado y el presente.

 Acerca de la escritora: Irene Vallejo nació en Zaragoza, España, (1979) estudió Filología Clásica y obtuvo el Doctorado Europeo por las universidades de Zaragoza y Florencia. Actualmente desarrolla una intensa actividad de divulgación del mundo clásico a través de conferencias y cursos. Colabora con el diario Heraldo de Aragón y El País Semanal. Publicó novelas, ensayos, libros infantiles y antologías que recogen sus artículos periodísticos.

En mi opinión este libro cuenta el devenir de la humanidad a través de los libros, como dice Irene: “Sin los libros, las mejores cosas de nuestro mundo se habrían esfumado en el olvido” [3], pero más aún, ya no se trata de frías y empolvadas bibliotecas del pasado sino de nuestras vivencias personales como lectores apasionados, “En cierto sentido todos los lectores llevamos dentro íntimas bibliotecas clandestinas de palabras que nos han dejado huellas”[4]. La autora ha logrado una notable vinculación entre la historia universal y las historias personales, que nos interpelan y nos representan en nuestra intimidad de lectores. ”Los libros nos ayudan a sobrevivir en las grandes catástrofes históricas y en las pequeñas tragedias de nuestra vida”[5]. Recibió el Premio Nacional de Literatura-Modalidad Ensayo (2020) de España.

Bibiana Paesani, 17/07/22



[1] Pág.15

[2] https://www.elpais.com.uy/cultural/irene-vallejo-quise-narrar-tecnica-juglares.html#

[3] Pág.335

[4] Pág.130

[5] Pág.242


[1] Antonio Basante, “Leer contra la nada”